¿Te Recuerdas de Mí?

Escrito por M. A. Angela Méndez

Hola, ¿te recuerdas de mí? Soy yo, esa parte de tu ser que has dejado de escuchar y cuidar. Tu esencia que sigue aquí. Esa parte de tu ser que disfrutaba con las cosas simples de la vida, como comer un helado, pasar un rato en un jardín o campo, volar un barrilete, tomar café con pan por las tardes en la casa de los abuelos o en la cocina, mientras escuchaba a mamá contar los acontecimientos del día o la veía preparar esa comida casera deliciosa. Esa parte que no necesitaba que el helado fuera el más caro, que el restaurante donde se tomaba el café fuera el de moda o que la comida tuviera un nombre rimbombante para que al final de cuentas fuera más fea que la comida casera.

Esa parte de tu ser que disfrutaba con las cosas simples de la vida.

Soy tu esencia, tu verdadero tú, ese ser que no se deja embelesar por un mundo lleno de distractores que solamente buscan que dejes de conectar contigo mismo (a). Ese ser que no necesita llenarse de cosas para sentir que es alguien, que no necesita tener lo más caro de todo o lo más reciente porque eso hace que sienta que es valioso (a). Soy yo, esa parte tuya que sabe que lo más importante de la vida no se compra con la tarjeta de crédito y no está de venta en la tienda de moda. Esa parte que sabe que tu valor no se mide en cuanto a lo que poseas o la ropa que uses, sino a tu pensar, sentir, a quien eres en realidad.

Tu valor no se mide en cuanto a lo que poseas o la ropa que uses.

Soy tu verdadero yo, libre del mundo de la tecnología en el que ahora pasas metido (a) miles de horas, muchas veces para sentir que conectas con alguien cuando en realidad sería más fácil tener una conversación clara y honesta con quien vives o con alguien al que al menos llames por teléfono y puedas escuchar su voz. Otras veces pierdes todas esas horas conectado a la tecnología porque así no tienes espacio para pensar en lo que te preocupa o para sentir el vacío o dolor que llevas dentro.

 En realidad sería más fácil tener una conversación clara y honesta con quien vives.

Soy tu versión más pura, sin máscaras, sin miedos, sin todas las heridas que la vida te ha hecho, sin todos los condicionamientos que la sociedad te ha impuesto. Soy tú antes de que te enseñaran que las notas indicaban si aprendías, porque antes de esto aprendías por curiosidad, por placer. Soy tú antes de que importara si tu refacción era pan con jamón o frijol, si tus tenis eran de los más sencillos o de los más caros. Soy tú antes de que te dieras cuenta de que hasta tu forma de peinarte, hablar y vestirte debían de cambiar para ser aceptado. Soy tú, aquí estoy, ¿te recuerdas de mí? Regresa aquí.

 Antes de esto aprendías por curiosidad, por placer.